La copla española y el mariachi

DESAVENENCIAS

Esto no hay quien lo entienda. Ferrera arma el taco el otro día y ayer para premiarlo, medio aforo en la Monumental. Cierto que en lo referido a Ferrera, nada se perdieron. Pero, dentro de la mansada de El Montecillo, a Joselito Adame le tocaron dos encastados tirando a bravos, y a punto estuvo de abrir la Puerta de Alcalá. Otro golpe de mano del ejército mexicano en Madrid.

Serafín Marín, correcto como siempre y con toda la pesadumbre del caso catalán sobre su verticalidad de ciprés. Quería yo declarar hoy a Antonio Ferrera torero de copla y me salió un mariachi, que no es mi especialidad; a veces he sido tentado de escribir crónicas al alimón; en Valencia Juan Manuel o Puchol; en Pamplona Ignacio Cía, en Bilbao Mazuelas o Juanjo Gaviría. En Madrid Rafael Ramos; miles de negros pude tener. Al alimón quiere decir que ellos trabajan y yo cobro.

Con Manolo Lozano, siempre. Prepara un libro que pondrá los dientes largos a mucha editoriales. Aficionados así me han valido de mucho. Ayer iba tonadillera y salió un mariachi. En Iberia hay mujeres de copla, pero no matadores. ¿Qué torero tiene hoy una novia que se corte el pelo como la novia de Reverte? Todo lo que puede saberse de la canción está en El libro de la copla, de Pive Amador de Almuzara y en La copla negra, las chirigóticas de Antonio Álamo.

En el peregrinaje por las plazas de Iberia he visto a muchachas, afligidas por el mal de amores, tratando de remediarse con su afición a los toreros. Recuerdo una que puso sus ojos en un torerillo, mujer para Romero de Torres «con los ojos de misterio y el alma llena de pena». Pero el chaval era tan inocente como ella y las cosas se torcieron.

La muchacha perdió la afición, aunque no su belleza; apenas se acordaba del torerillo y éste nunca perdió la esperanza de brindarle un toro en la Las Ventas o en la Real Maestranza de Sevilla, sin provocar los celos de ganaderas con divisa verde y oro. Tema para Rafael de León o para Pive Amador; lo regalo. Copla blanca o copla negra, ¿qué más da? ¡Viva Zapata!